Todo muy pensado

Melania Trump no deja nada al azar, ni un centímetro.

En la investidura de Donald Trump, su lenguaje no verbal hablaba más fuerte que cualquier discurso. El traje oscuro impecable, el sombrero que tapa sus ojos (¡ay, ese sombrero!) y la postura de estatua griega nos dejan claro que aquí todo está medido al milímetro.

¿El sombrero? Genial para añadir un aire de misterio, pero también para quedarse en un segundo plano sin pelearle el foco al marido. Aunque ella no pasa desapercibida ni queriendo.

La mirada oculta, el gesto serio y ese toque de diva inalcanzable transmiten fortaleza y distancia, como diciendo: “Aquí estoy, pero no me busques demasiado”. ¿Mensaje estratégico? Probablemente. ¿Elegante? Sin duda. ¿Frío? También.

Melania es un manual andante de cómo usar el lenguaje corporal para contar una historia sin decir una sola palabra. Todo pensado, todo calculado.

 
 
Siguiente
Siguiente

Blue Monday: cómo una idea de comunicación puede influir en nuestras emociones